Son ya 45 años los que el Centro de Psicología de Málaga lleva funcionando.
Fue el Dr. Ricardo Garcés, médico apasionado de la Psiquiatría y la Psicología quien lo fundó en 1968.
Aunque nosotras eramos todavía muy pequeñas, ya nos contaba como tenían casi que esconderse para practicar con otros colegas “tan locos cómo él” la acupuntura, la hipnosis, y posteriormente, la sofrología, a la que dedicaría toda su vida. Fueron unos valientes de la época.
La relación personal y profesional con el Dr. Caycedo, fundador de la sofrología, le marcaría profunda y decisivamente al presentarle una visión moderna y un abordaje esperanzador para el tratamiento de los desordenes psicosomáticos.
Ahí se desarrolla su interés y conocimiento por los fenomenos grupales, la psicoterapia gestáltica, la visión humanista del mundo y la psicología.
Lo que más le animó a continuar por ese camino fueron los resultados que iba consiguiendo. Los pacientes le adoraban. Fue precisamente ese “optimismo entusiasta” por la psicología lo que despertó nuestro gusanillo.
Carolina decidió formarse en Medicina especializándose en Gestalt, y Teresa en Psicología y Bioenergética. Fue en el año 1987, participando en el primer S.A.T. en España (Turre-Almería) (organizado por el Dr. Claudio Naranjo) cuando un “flechazo” entre Teresa y Carlos trae, entre otras muchas consecuencias, la excedencia de Carlos en Salud Mental de Donosti y su traslado de residencia a Málaga para integrarse definitivamente a este equipo.
La progresiva incorporación a este Centro de distintos profesionales en constante reciclaje despierta nuestro estímulo y nuestro agradecimiento, ya que nos permite ofrecerte una atención integral, moderna, especializada y, antes que nada, humana.
Nuesto padre antes de marcharse, nos reunió a los tres para dejarnos su legado de tantos años de entrega a su pasión, a su profesión.
El legado fue tan breve como claro:
“Recordad siempre que lo único que cura es el amor”
Éste será siempre nuestro objetivo
“Elegir el camino del amor”
Desde aquí Papá,
desde aquí Ricardo,
nuestro homenaje y agradecimiento.